sábado, 12 de mayo de 2012

Significado de la fe


La fe es la virtud teologal por la que creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha dicho y revelado, y que la Santa Iglesia nos propone, porque Él es la verdad misma. Por la fe "el hombre se entrega entra y libremente a Dios" (Dv 5). Por eso el creyente se esfuerza por conocer y hacer la voluntad de Dios. "El justo vivirá por la fe"              (Rm 1,17). La fe viva "actúa por la caridad" (Ga 5,6).

   
La fe es la expresión del amor de Dios. como medio de comunicación con el hombre.


Recordemos que la fe mueve montañas, cambia el corazón y es un medio para hablar con Dios.

Concepto de la fe

La palabra fe proviene del latín fides, que significa creer. Fe es aceptar la palabra del otro, entendiéndola, confiando que es honesto y por lo tanto que su palabra es veraz. El motivo básico de toda fe es la autoridad  (el derecho de ser creído) de aquel a quien se cree. este reconocimiento de autoridad ocurre cuando se acepta que el o ella tiene conocimiento sobre lo que dice y posee integridad de manera que no engaña.

Se trata de las fe divina cuando es Dios a quien se cree. Se trata de la fe humana cuando se cree a un ser humano. Hay lugar  para ambos tipos de fe (divina y humana) pero en diferente grado. A Dios le debemos fe absoluta porque el tiene absoluto conocimiento y es absolutamente veraz. La fe, más  que creer en algo que no vemos es creer en alguien que nos ha hablado. La fe divina es una virtud teologal y procede de un don de Dios que nos capacita para reconocer que es Dios quien habla y enseña en las Sagradas Escrituras y en la Iglesia. Quien tiene fe sabe que por encima de toda duda y preocupaciones de este mundo las enseñanzas de la fe son las enseñanzas de Dios y por lo tanto son ciertas y buenas.

La fe personal en Jesucristo es la aceptación de su propio testimonio hasta la adhesión y la entrega total a su divina persona. No es la mera aceptación de que Él existe y vive entre nosotros tan realmente como cuando vivió en Palestina; ni tampoco una adhesión de sólo el entendimiento a las verdades del Evangelio nos propone, según la autorizada
interpretación del Magisterio de la Iglesia. Es algo mucho más existencial y totalizante. Dice el concilio Vaticano I: La Iglesia Católica enseña infaliblemente que la fe es esencialmente un asentimiento sobrenatural del entendimiento de las verdades reveladas por Dios; pero la fe no sólo es aceptar una verdad con el entendimiento, sino también con el corazón. Es el compromiso de nuestra propia persona con la persona de Cristo en una relación de intimidad que lleva consigo exigencias a las que jamas ideo logia alguna será capaz de llevar.  
Para que se dé fe autentica y madura hay que pasar del frío concepto al calor de la amistad y del decidido compromiso.            Por eso una fe así en Jesucristo es la que da fuerza y eficacia a una vida cristiana plenamente renovada, como la que quiere promover el Concilio Vaticano II.





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